A partir del sábado ha entrado en vigor el aumento en la tarifa de autobús en Río de Janeiro, sureste de Brasil, a pesar de que el día anterior las protestas por este incremento se saldaron con 28 detenidos y varios heridos, uno de gravedad.
El aumento del 9,09 por ciento en los precios de los pasajes de autobús, que han pasado a costar tres reales (1,26 dólares), convirtió a Río de Janeiro en escenario de protestas, la última de ellas tuvo lugar el jueves, cuando unas dos mil personas entraron de forma masiva en la estación central de la ciudad en rechazo por el aumento del precio.
Esta concentración se tornó violenta cuando la policía militarizada disparó bombas sonoras y de gas lacrimógeno contra los casi dos mil indignados que gritaban lemas como “FIFA paga mi billete” y prendieron fuego a desechos y basuras para detener el avance de los agentes, a los que lanzaron piedras y trozos de madera.
Entre los heridos, un camarógrafo de una cadena de televisión local, tras ser impactado por un artefacto explosivo, fue ingresado en estado de coma en un hospital, donde fue sometido a una cirugía de cuatro horas para contener una hemorragia cerebral y luego fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en estado grave.
Brasil, que ha hecho inversiones millonarias para albergar el próximo junio la Copa Mundial de Fútbol, vive una ola de manifestaciones populares que demandan mejores servicios públicos de transporte, educación y salud.
Hispantv
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