El Gobierno de Washington y sus aliados europeos están tratando de imponer nuevos embargos contra Moscú por el deterioro de la situación en Ucrania, así aseguró el martes el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden.
En el marco de una conversación telefónica con el jefe del Gobierno de Kiev, Petro Poroshenko, el funcionario norteamericano afirmó que la Casa Blanca considera a Rusia como el responsable del empeoramiento del conflicto en Ucrania, pues sigue apoyando a manifestantes prorrusos.
En referencia a dicha llamada telefónica, la Casa Blanca reveló que “ambos han discutido el apoyo de Rusia a los prorrusos y la aparente escalada del conflicto en los últimos días”.
Por su parte, Poroshenko adujo que Kiev ha tratado de organizar una reunión trilateral con el apoyo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) entre Ucrania, Rusia y manifestantes prorrusos, lo que fue negada por este último.
Esto viene en un momento que se escucha de una y otra parte la intención de Washington para imponer sanciones unilaterales contra Rusia sin participación de Europa, pues los países europeos se han mostrado reacios a tomar medidas más duras contra Moscú.
Ante esta situación, nueve países de la Unión Europea (UE) han asegurado que no apoyarían un plan del bloque encaminado a endurecer las sanciones económicas contra Rusia.
Asimismo, Alemania e Italia, dos principales socios comerciales de Rusia, se oponen a la imposición de nuevas sanciones antirrusas, argumentando que la medida golpea también a sus propias economías.
La renuencia de Europa a tomar medidas más duras contra Moscú se considera como la frustración de la administración de Obama ante la crisis de Ucrania.
Hispantv
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