
No siempre hay que ver el lado negativo de las cosas. Por ejemplo, en lo que respecta a la pandemia del coronavirus no todo es enfermedad, contagio y muerte.
No podemos pasar por alto el impacto positivo del mortal virus sobre los ecosistemas, y la vida de la flora y la fauna. Especialistas italianos han revelado que el ecosistema acuático de Venecia se ha revitalizado a raíz del confinamiento por la cuarentena, como medida contra la pandemia de la COVID-19.
Cangrejos, medusas, bancos de peces, moluscos que se aferran a los famosos pilotes de la Serenísima, y las coloridas algas se mueven de un lado a otro con la corriente, aprovechando la cuarentena para regresar a los diferentes canales de agua que ahora lucen limpios y cristalinos por el confinamiento por el coronavirus.
El coronavirus ha obligado a la ciudad italiana de Venecia a sumirse en el confinamiento y, por ende, ha paralizado la actividad turista desde principios de marzo. Ya el agua y el lodo no son removidos por los miles de barcos, taxis, vaporetti, góndolas y embarcaciones privadas, que la recorren normalmente.
El agua de los canales se ha vuelto transparente y ha realzado la belleza de su ecosistema. Una oportunidad única para los expertos y estudiosos del medioambiente, que no pueden desaprovechar.
Desde la alcaldía de Venecia se aprestaron a señalar que la contaminación del agua no disminuyó, pero explicaron que su color cambió debido a que hay menos tráfico en los canales, situación que ha permitido que el sedimento permanezca en el fondo. El ruido de los carros y trenes ha mermado, dándole paso al canto de las aves.
Aun con todo, los expertos son poco entusiastas con las consecuencias a largo plazo del confinamiento para el medioambiente. Ahora muchos proponen que estos parones se hagan todos los años para que la naturaleza pueda respirar.
hispantv
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