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| El representante sirio ante las Naciones Unidas, Bashar al-Yafari, en una sesión del CSNU, 17 de mayo de 2019. (Foto: Naciones Unidas) |
El Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, acusa a Turquía y a Catar de ser los principales patrocinadores del grupo terrorista Frente Al-Nusra.
“Catar y Turquía son las principales fuentes financieras del Frente Al-Nusra”, ha dicho el representante permanente sirio ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Bashar Al-Yafari, basándose en las declaraciones del ex primer ministro de Catar, Hamad bin Jassim, en las que dijo que su país no considera al Frente Al-Nusra un grupo terrorista.
El diplomático, en la sesión de este sábado de la Asamblea General de las Naciones Unidas (CSNU) para debatir la resolución sobre el Presupuesto del Programa de las Naciones Unidas para el 2020, ha mencionado que el propio Hamad bin Jassim ha admitido explícitamente que Catar, EE.UU., Arabia Saudí y Turquía han gastado más de 137 mil millones de dólares en derrocar al Gobierno legal sirio.
El embajador sirio ha enfatizado que los Estados patrocinadores del terrorismo en Siria crearon una especie de Mecanismo Internacional, Imparcial e Independiente (IIIM, por sus siglas en inglés), pero dichos mecanismos, ha agregado Al-Yafari, carecen de objetividad, independencia e imparcialidad y su objetivo principal es fabricar acusaciones contra Siria.
Al-Yafari denuncia que la ONU no era desde su misma fundación una organización caritativa, sino una entidad política que siempre ha trabajado en beneficio de las naciones poderosas. “Esta peligrosa situación socava la paz y la seguridad internacionales”, alerta.
Como ya es más que sabido, EE.UU. y Arabia Saudí apoyan el terrorismo en Siria, algo que ha denunciado Damasco de continuo. También ha alertado contra el rol destructivo de Turquía en la guerra siria y ha llamado a Ankara a acabar con su presencia militar ilegal en el país árabe.
El presidente sirio, de hecho, dejó claro que el verdadero objetivo de Turquía al invadir territorio sirio es trasladar “a las milicias y a los terroristas” y a sus familias a las regiones norteñas para, una vez erradicadas las milicias kurdo-sirias, “crear una nueva comunidad extremista”, tal y como desea el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan.
hispantv
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